La cultura del delito y de la corrupción

Hace algunos días iba caminando por la calle, de pronto, me entregaron una de esas promociones de un restaurante de hamburguesas. La promoción decía "sentirás como si nos hubieras robado". La publicidad hacía alusión a que si uno compraba uno de los combos de dicho restaurante, tal vez el sentimiento sería como si uno hubiera robado al establecimiento culinario.

Los gobernantes, el presidente de la República, los alcaldes, dicen luchar contra la corrupción y contra el delito, y parece que es así, sin embargo, no basta sólo con emplear medidas policivas para combatir el delito y la corrupción, también se requiere de educación.

Uno de los problemas más graves de nuestro país - Colombia - es la cultura del delito y de la corrupción, en nuestra sociedad no aguantamos las noticias sobre robos, asesinatos, secuestros, etc. Sin embargo, en la televisión no vemos programas que cambien estos modelos de comportamiento delincuencial. Violencia, sexo, vulgaridad es lo que campea en nuestra pantalla chica colombiana, y los noticieros se han quedado con el oficio de transmitir los casos más aberrantes de criminalidad. 

Por otro lado, es muy común dentro de nuestra cultura que a los niños se le brinde la siguiente consigna:!Avíspese mijo! ¿Qué significa eso de avíspese? Significa que no sea pendejo, significa que tiene que conseguir lo que quiera así sea pasando por encima de los demás e incluso de las normas. La cultura del avispado es lo que predomina en Colombia. 

Por ejemplo, a mí siempre me ha chocado mucho ver basura en la calle, los papeles, los empaques mugrientos, por no hablar de otras cosas, me producen asco. ¿Por qué la gente no tira la basura en el lugar destinado para ello ? Porque no son bobos, porque quieren deshacerse del papel lo más pronto posible, porque no desean tener un ratico el papel y después tirarlo en un lugar apropiado, no, eso lo hacen los bobos, los avispados tiran el papel sucio en la calle, y como nadie les dice nada piensan que eso es lo correcto, hay una impunidad absoluta sobre esto.

Con respecto a los crímenes mayores la cosa no es fácil, es cierto que en Colombia estamos hastiados de la violencia y del delito pero no hemos implementado las medidas para detener estos fenómenos de raíz. Debemos enseñarle a los niños y a los jóvenes a cumplir la Ley, a respetar los derechos de los otros, a ser éticos, a ser responsables, pero no, los medios de comunicación se empeñan en ofrecer series donde se retrata el delito, la cultura del dinero ilegal, y la vulgaridad. 

Vivimos en una sociedad que detesta el delito y el crimen, pero que no hace lo suficiente para detener este fenómeno. Incluso, pienso que en nuestro medio llegar a la cima es lo importante, no importante si para llegar a esta cima se deben infringir normas o pisotear los derechos de los demás. La laxitud en el cumplimiento de las normas es apabullante; por ejemplo, hace unos días cuando también caminaba por la calle, de pronto de una camioneta salió un envase desocupado de gaseosa, el envase casi se choca contra mi humanidad. La camioneta paró metros más adelante en un semáforo, aproveché para recriminar al conductor cochino, quien me miró con cara de estupefacto. 

No digo que el restaurante de hamburguesas con su promoción fomente el crimen, el delito, o la corrupción, pero sí están diciendo tácitamente que las personas se siente bien pensando que han sacado provecho de una situación, así sea de manera ilícita. Lo anterior muestra lo arraigado que está en nuestra sociedad la cultura del delito, la cultura del crimen, la cultura de lo ilegal, la cultura del avispado, la cultura de lo vulgar.

Sólo los bobos cumplen con las normas, piensan muchos en nuestro medio, los ricos son avispados, los pobres son bobos que no se han avispado, piensan otros. Eso no implica, obviamente, que todos los ricos sean delincuentes, y que todos los pobres son hermanitas de la caridad, no, no quiero decir eso, pero lo que sí hay en el medio es un tufillo de que para conseguir algo, hay que hacerlo pisoteando la ley o la ética, o las normas de urbanidad.

Desde los colegios y las universidades debemos inculcar en los jóvenes el cumplimiento de la Ley, la cultura también debe ayudar, los medios de comunicación deben difundir ideas constructivas sobre la moral y la ética, deben ayudar a modificar esa mentalidad de laxitud con respecto a los derechos de la colectividad y de los otros individuos, a respetar, a ser caballeros y damas.

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