¿HASTA DÓNDE LLEGA LA LIBERTAD DEL OPINADOR?: EL CASO DE MARIANA JARAMILLO

Mariana Jaramillo es una compañera bloguera y hasta hace algunos días era columnista del periódico de Ibagué "El Nuevo Día". Mariana era autora de una columna que aparecía en ese periódico todos los miércoles. Sin embargo, fue despedida por este medio presuntamente por haber publicado una columna denominada "Uribe en Georgetown gran pifia". No conozco los términos de la carta de despido, pero ésta le fue remitida dos días después de haber publicado la columna citada.

En ese escrito, que se puede leer haciendo click aquí, Mariana Jaramillo criticaba la decisión de la Universidad de Georgetown de darle una cátedra al ex presidente de Colombia Alvaro Uribe. Mariana explica en esa columna las razones que tiene para no estar de acuerdo con la Universidad de Georgetown para haberle dado la cátedra a Uribe. Pero, una de las frases que utiliza para referirse al ex presidente dice literalmente asi: "A este cerdo de Uribe la historia le tendrá que hacer justicia."

Mariana está en total libertad de expresar su opinión sobre lo que le pareció el gobierno de Uribe, la misma Constitución le garantiza ese derecho. Si a Mariana le parece que Uribe fue un mal presidente, es respetable; y si también le parece reprobable que la Universidad de Georgetown le haya dado una cátedra al ex mandatario colombiano, es respetable. En ese sentido, no pienso que pueda censurarse por ningún motivo las opiniones de la articulista o columnista.

Con respecto a la frase citada que utiliza Mariana Jaramillo en su escrito para referirse a Uribe, creo que es disonante con los argumentos bien razonados que estaba expresando en la columna, es como estrellar un huevo de tinta negra contra una pared blanca. No era necesario que la columnista utilizara ese epíteto tan estrepitoso para adjetivisar al sujeto de su escrito.

Con esto también estoy dando una opinión personal, por lo que podría en cierta forma estar incurriendo en una contradicción, porque por un lado proclamo la libertad de expresión y por el otro lado repruebo los términos de esa expresión, aunque como ya todos sabemos esa libertad de expresión no es absoluta, ya que si con ésta se ocasiona un daño a otra persona el derecho simplemente se desvirtúa. Claro que Mariana no le está ocasionando un daño a Uribe, simplemente lo estaría ofendiendo, y allí también hay libertad de expresión, o mejor dicho, el derecho de expresión puede llegar incluso a permitir una ofensa contra una persona que no le origine un daño. Por ejemplo, si a mí alguien en la calle me dice que soy un imbécil, me está ofendiendo pero no me está generando un daño, cosa diferente si dice que soy ladrón o algo parecido, porque allí sí hay un daño. 

En fin, no pretendo juzgar la columna de Mariana, sus opiniones, o su lenguaje, ya que no tengo la autoridad moral suficiente para hacerlo. Cuando la columnista utiliza el término "cerdo" para referirse a Uribe, creo que es un calificativo subido de tono, y digo "creo" porque lo describo en términos de los convencionalismos sociales. En el contexto en el que nos encontramos, decirle "cerdo" a una persona, es ofensivo, y es ofensivo por consenso, o sea, es generalmente entendida como "grosería" esa palabra cuando se le aplica a una persona. 

Al medio de comunicación donde se publicó la columna posiblemente, no sabemos, le pareció subida de tono la columna de Mariana, y por eso presuntamente decidieron despedirla, no lo sé, no me dieron más datos. Sin embargo, creo que tanto el medio de comunicación como la columnista se excedieron. El medio de comunicación se excedió, si es que fue por eso, al despedir a la columnista por proferir una opinión muy dura contra una persona, involucrando incluso una palabra que se tiene socialmente como grosería, como lo es la palabra:"cerdo". La columnista se excedió, en términos de los convencionalismos sociales, mas no generó un daño, al tachar a una persona como "cerdo" en un escrito; y yo también me estoy excediendo por juzgar y analizar la conducta de individuos que haciendo uso de su libertad, generan actos que nos parecen reprobables a los demás seres humanos.  

3 comentarios:

Víctor Solano dijo...

Estimado Francisco: Muy buena tu visión de la situación que describes. Simplemente, aunque "cerdo" es hoy una palabra que por consenso se percibe como grosera, creo que más que eso siento que sobra cuando los argumentos están bien encaminados.

Cuando se riposta en contra de una situación o de una persona, con argumentos que son son contundentes, los adjetivos peyorativos sobran.

Saludos y gracias por el post.

Gonzalo Ramirez Cleves dijo...

Francisco gracias por el post. Desde mi punto de vista tu opinión es muy conservadora y pretende conciliar el caso con todo el mundo. El argumento de Todos se excedieron, puede ser bueno, pero en este caso se trata de un caso de libertad de expresión, que claro que tiene límites pero no para sesgar la opinión de un columnista. Creo que si utilizaramos los convencionalismos para comunicarnos, todavía estariamos llamándonos ¨Ala mi chino¨ o hablando como en el siglo XIX. A veces hay que ser fuerte para comunicar lo que se piensa sin eufemismos y tapujos, pero que eso se lo pueden cobrar a uno en esta sociedad tan pacata es indudable.

Francisco dijo...

Víctor: Gracias a ti por el comentario. Estoy de acuerdo contigo, saludos.

Gonzalo: GRacias por el comentario. Puede que mi opinión sea conservadora, sin embargo, creo que simplemente describo el asunto, y trato de ver todos los puntos de vista. Como lo digo en la columna, no soy nadie para "juzgar", pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo, y desafortunadamente Gonzalo en nuestra sociedad nos comunicamos a través del lenguaje: que es un convencionalismo social y quieras o no nos regimos por susreglas. Saludos y gracias.