LA PÉSIMA EDUCACIÓN

No me refiero a la película de Pedro Almodóvar "La mala educación", hablo sobre los modales de la gente en nuestros tiempos. No me creo un "lord" o algo por el estilo, pero es que se han perdido muchas de las buenas costumbres que nos han enseñado nuestros padres.
Un ejemplo de mala educación es el comportamiento de la gente en cine, o de alguna gente mejor dicho. Hablar cuando se exhibe la película es de mala educación y de malos modales, las personas que pagamos una boleta para asistir a este espectáculo lo hacemos con el fin de mirar la pantalla y escuchar la música y los diálogos de la cinta, y no para oír lo que dicen los asistentes al teatro. Cuando se está en cine, se cierra la boca, y no se molesta a los demás espectadores con nuestros comentarios, sonidos guturales, y demás. Eso obviamente incluye el de no hablar por celular durante la exhibición de la película.
Otra falla de educación es el del mal uso del "tú" y del "usted". Mis padres me enseñaron que no se utiliza el "tú" cuando no se conoce a la persona con la que entablamos un contacto o cuando no tenemos mucha confianza con esa persona, así mismo no se tutea a los jefes, a los profesores, y en general a las personas que no conocemos o que les debemos respeto. Yo sé que en muchos países la cuestión cambia, pero en Colombia, o en Bogotá específicamente ésa es la norma.
Poner los pies y los zapatos sobre los asientos es de pésima educación, y es antihigiénico, los asientos se hicieron para poner la cola y no para poner el mugre de los zapatos.
Decir groserías a toda hora, es de pésima educación, por estos días vemos a los jóvenes dirigirse entre ellos como "güev..." o "mari...", posiblemente esté de moda pero se escucha muy mal, sobretodo viniendo de las niñas.
Hablar en clase también es de mala educación (díganme a mí que soy profesor), darle el puesto a las personas de la tercera edad y a las mujeres es una norma de cortesía y de humanidad, y sobretodo saludar y dar las gracias son buenas costumbres.
Los modales cambian con el tiempo, pero hay cosas que siempre permanecerán, para hacer de la convivencia social algo agradable. Para todos aquellos que no saben de modales o sus papás también son medio salvajes, les aconsejo que lean el "Manual de urbanidad" de Carreño, este libro tiene cosas anacrónicas pero tiene otras muy útiles para mejorar nuestro trato con los demás seres humanos, punto crítico para aceitar la maquinaria de la felicidad y la paz de la sociedad humana.

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