Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. La columna de Alejandra Azcárate (ver aquí), en la que se burla de las mujeres gordas es grotesca. Es cierto, en Colombia hay miles de problemas más graves, sin embargo, el artículo de esta señora es sólo una muestra de la falta de educación y de irresponsabilidad a la hora de escribir por el simple hecho de dárselas de "mamagallista play".
Azcárate dice que es una autoburla porque en algún momento de su vida ella también fue gorda. Sin embargo, la señora Azcárate hoy en día en flaquísima, es una langaruta. Ser flaco o gordo no es malo, pero, proceder con humor negro ante esta situación no es chistoso cuando se trata de mofarse del defecto físico que padecen otras personas, y que a ellas no les causa la menor sonrisa, ni la menor gracia.
Yo me puedo burlar de mis defectos, porque son mis defectos, por ejemplo yo soy flaco como la pantera rosa, soy gafufo como Mister Magoo, y parezco un nerd como el de las películas "La venganza de los nerds". Sin embargo, una cosa es burlarse de sí mismo, y otra cosa es coger los defectos de otras personas y reirse de ellas para parecer muy chistoso, porque obviamente no me incumbe a mí.
Los Maestros Zen dicen que uno debe burlarse de sí mismo para "destruir" el ego, pero precisamente se trata de burlarse de sí mismo y no de otros, y mucho menos de los defectos de los demás, cuando estos defectos generan traumas y daños psicológicos.
El pecado de Azcárate con su columna no es por burlarse, es por burlarse de un problema, de un drama de otras personas. Si ella padeciera el drama de la obesidad y se burlara de su problema, pues, no generaría problema, pero cuando ella no padece la obesidad y no es un defecto físico propio sí es abusiva la situación.
Yo soy flaco, y siempre me he sentido mal por serlo, yo soy bajito y siempre me he sentido mal por serlo, parezco un nerd y me siento mal por serlo. A veces me burlo de mi propia situación, para vivir con aceptación y con amor hacia mí mismo, pero, nunca y jamás me burlo de la flacura, o de la baja estatura, o de la apariencia de nerd de otras personas, porque eso sí es grosero, abusivo e irresponsable.
Señora Azcárate léase el Manual de Carreño, instrúyase, sea educada, y sobre todo, sea responsable. ¡Respete!
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